viernes, 7 de septiembre de 2012

Falansterio: una gran casa modelo para una sociedad nueva


  Charles Furrier nació el 7 de abril de 1772 en la Besançon, Francia, hijo de un próspero comerciante que fallecería cuando tenía nueve años, dejándole una próspera herencia. A pesar de que su madre intentó que su hijo continuara con la tradición familiar, Charles no fue muy afortunado en este sentido. Su juventud transcurrió en medio en una Francia agitada por el movimiento revolucionario y en medio de una profunda crisis económica, hechos que fueron más bien una inspiración, llegando a publicar en 1804 su primer artículo en el Boletín de Lyon, presentándose a sí mismo como el “descubridor de un infalible método de reorganización social, por medio del cual podría implantarse la felicidad común.”

  Entre los radicales pensamientos de este socialista utópico, destacaremos la idea de que la célula de la sociedad no debía ser la familia, sino una falange modelo de 1620 miembros, organizados en una unidad colectiva de vivienda llamada “Falansterio”, teoría que Fourier haría pública en 1822 con su “Tratado de la asociación agrícola”. Se trataba nada menos de enorme monoblock con servicios centrales, comunidades que allí habitaran no podían funcionar con menos de 350 miembros y eran necesarias unas 400 hectáreas de tierra cultivable para la autosuficiencia de la misma. Además, para su construcción se utilizarían materiales baratos y Fourier descartaba totalmente el reciclaje de construcciones pasadas, como Versalles o El Escorial, señalando que pasarían a ser museos de la barbarie incoherente.
Plano del Falansterio

 Sin embargo, Fourier sostenía aún la diferencia de clases y el culto católico (a pesar de tener una moral sexual más abierta que la iglesia), la vida en estos enormes monoblocks sería reglamentada rigurosamente según la edad y clase social, cumpliendo horarios arduos e imposibles de soportar que en ciertos casos iban desde las 3.30 a las 22 hs, pasando cada individuo (mayormente en el caso de los pobres) por todos los grupos de trabajos que eran necesarios para mantener semejante comunidad.
 Es necesario decir que el extravagante plan fracasó notablemente, debido a que los tiempos necesarios para llegar hasta los lugares asignados sólo dejaban realmente pocos minutos de trabajo productivo, por lo que el interés disminuyó en vista de los fracasos resultantes.
  Como dato interesante podemos señalar que en nuestro país, la Colonia San José, fundada por inmigrantes suizos, saboyanos y alemanes instalados en la provincia de Entre Ríos, se concibió como un Falansterio, que se sostuvo en pie hasta 1916.


Fuentes consultadas: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/futuro/13-2439-2010-11-10.html

http://www.enxarxa.com/biblioteca/FOURIER%20El%20Falansterio.pdf

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